CULTURA
Patrimonio Cultural del Estado de Puebla
El estado de Puebla cuenta con una legislación de protección al patrimonio cultural de los poblanos. De acuerdo con la Ley de Fomento Cultural del Estado de Puebla, se consideran patrimonio cultural los testimonios históricos y objetos de conocimiento que continúen la tradición histórica, social, política, urbana, arquitectónica, tecnológica, ideológica y de carácter económico de la sociedad que los ha producido. Este tipo de creaciones pueden obtener su reconocimiento como Patrimonio Cultural del Estado mediante declaratoria del Ejecutivo estatal en consulta con el Consejo Poblano de Cultura.
GASTRONOMÍA
La gastronomía poblana, producto del mestizaje que devino con la Conquista de México por parte de los españoles, es una de las más representativas de la República Mexicana. Numerosos mitos están asociados a algunos de los platillos más conocidos de la gastronomía regional del estado, a la que se suele identificar en México en relación con dos platillos que se consideran platillos nacionales: el mole poblano, los chiles en nogada y el mole de caderas.
Sobre el mole, la leyenda dice que fue creación de sor Andrea de la Asunción, del convento de Santa Rosa en la ciudad de Puebla. Esta monja habría creado el platillo en ocasión de la visita del obispo a su congregación. En la leyenda, el nombre del plato se asocia con una expresión de admiración de una compañera de Andrea de la Asunción al ver a ésta moliendo los ingredientes afanosamente.
Otro de los platillos más tradicionales y endémicos del Estado de Puebla es, sin duda, el de los chiles en nogada. Los ingredientes que se usan para la preparación de este plato son variados, además de ser característicos de la región: consiste en rellenar un chile poblano con carne de res o de puerco previamente cocinado con pasas, almendras, manzana y pera panochera (nombre que se le da a un tipo de pera en la región); ya relleno, se capea en huevo a punto de turrón y harina blanca; se baña en la nogada, que es una salsa hecha con leche, nuez de Castilla, brandy y queso de cabra, adornado con granitos de granada y hojas de perejil. La leyenda asocia la creación de este platillo con una monja del convento de Santa Mónica, también en la ciudad de Puebla. El plato habría sido confeccionado en honor de Agustín de Iturbide, en ese tiempo, emperador de México.
El mole de caderas es un platillo tradicional de carne de chivo de la región de Tehuacán, Puebla, en México. Es considerado uno de los platillos más importantes de la región, debido a la prolongada crianza y cuidados en la preparación del animal -del cual se aprovecha la totalidad de la carne- y de la celebración del Festival de la Matanza que acompaña y da inicio al sacrificio de animales de crianza para la preparación de los alimentos y para la posterior conservación y curado de la carne.
En toda Puebla, la base de la comida es el maíz, el frijol y el chile, y estos tres elementos se combinan para producir una gran cantidad de platillos, como las enfrijoladas, que se consumen en cualquier localidad poblana.
DULCES
En el estado de Puebla, se produce un gran variedad de dulces que destacan por su gran colorido y variedad de sabores, la mayoría creados desde la época virreinal.
En los conventos de Santa Mónica y Santa Rosa se elaboraron por primera vez toda la gama de dulces que por su característico sabor y gran calidad se han vuelto famosos en México y en el mundo como son las tortitas de Santa Clara, los camotes poblanos o camotes de Santa Clara, limones rellenos de coco, jamoncillo, cacahuates garapiñados, macarrones, frutas cristalizadas, muéganos, piñón con leche quemada, etc.
El más famoso y característico dulce es el camote poblano el cual, cuenta la leyenda, se originó en el convento de Santa Rosa en el siglo XVII, ya que las monjas recibían grandes donaciones de camotes. Se dice que el obispo Manuél Fernández de Santa Cruz y Sahagún visitaría el convento, fue entonces cuando una joven de nombre Angelina sugirió elaborar un nuevo platillo aprovechando los camotes.
Artes populares
El estado de Puebla es conocido por su amplia gama de cultura. La más emblemática es la Talavera poblana, técnica en la que se realizan no solo tibores y vajillas, sino azulejos y otros elementos de decoración arquitectónica.
San Salvador Huixcolotla, en el valle de Tepeaca, es la cuna del papel picado que se emplea como adorno en diversas festividades mexicanas, como el Día de la Independencia o el Día de Muertos. La técnica tiene su origen en la época virreinal, aunque la costumbre de emplear el papel como elemento en los rituales tiene sus resabios prehispánicos.
En la región de Pahuatlán se manufactura el papel amate siguiendo una técnica precolombina que se ha modificado muy poco al pasar el tiempo. Este papel amate se emplea para la representación de los espíritus de la mitología de los nahuas y otomíes de la Sierra Norte, calando los motivos en el papel. El papel amate de la Sierra Norte de Puebla se emplea en la producción artesanal de Guerrero.
Arquitectura
El estado de Puebla posee un rico patrimonio arquitectónico, que va desde la Gran Pirámide de Cholula hasta los modernos rascacielos que se construyen en la actualidad en la capital del estado. Precisamente es Puebla de Zaragoza donde se encuentra una de las mayores concentraciones de edificaciones virreinales del estado, que le valieron ser llamada Relicario de América y la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad para su centro histórico en 1987. En este conjunto de monumentos se encuentran numerosas construcciones religiosas y civiles de estilo barroco y neoclásico. Entre las más notables se encuentra la Catedral, la Capilla del Rosario que se encuentra en el Templo de Santo Domingo; el antiguo Palacio del Ayuntamiento, la Casa de los Muñecos, el Templo de la Compañía, el Edificio Carolino, la Casa del Alfeñique y numerosos templos católicos.
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